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Enciclopedia Médica: E

Enfermedad de Osgood-Schlatter

Enfermedad de Osgood-Schlatter

¿Qué es la enfermedad de Osgood-Schlatter?

     La enfermedad de Osgood-Schlatter es una de las causas más comunes de dolor en la rodilla en deportistas jóvenes. Provoca hinchazón, dolor y dolor al tacto justo debajo de la rodilla, sobre el hueso de la espinilla (que también se llama tibia). La enfermedad de Osgood-Schlatter afecta comúnmente a los varones que están atravesando el estirón de crecimiento durante la adolescencia y la preadolescencia. Es posible que afecte una rodilla o las dos.

Causas y factores de riesgo

¿Cuál es la causa de la enfermedad de Osgood-Schlatter?

     Los médicos piensan que la fuerza de los poderosos músculos de gran tamaño de la parte frontal del muslo (que se llaman cuádriceps) es lo que provoca la enfermedad de Osgood-Schlatter. El cuádriceps se une con los tendones rotulares, que atraviesan la rodilla para llegar a la tibia para conectar los músculos con la rodilla. Cuando el cuádriceps se contrae, los tendones rotulares pueden comenzar a alejarse de la tibia, lo que provoca dolor.

     Las actividades para las que se necesita correr, saltar, o subir o bajar escaleras pueden hacer que el dolor sea peor. La enfermedad de Osgood-Schlatter es más común en los deportistas jóvenes que juegan al fútbol americano, al fútbol o al básquetbol, o que practican gimnasia y ballet.

Diagnóstico y pruebas

¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Osgood-Schlatter?

     Su médico examinará a su hijo y analizará sus síntomas. También es posible que su médico quiera que se tome una radiografía de la rodilla para asegurarse de que el dolor no sea provocado por otra causa.

Prevención

¿Qué puede hacer mi hijo para ayudar a evitar un nuevo caso de la enfermedad Osgood-Schlatter?

     Es posible que su médico le recete a su hijo ejercicios para hacer en el hogar o con un fisioterapeuta para fortalecer los cuádriceps y los tendones isquiotibiales. Mientras su hijo se recupera, debe aplicarse hielo en el área afectada después de hacer ejercicio para prevenir el dolor y la hinchazón.

     En la mayoría de las personas, la enfermedad de Osgood-Schlatter desaparece por sí sola con un poco de reposo y tiempo. Si su hijo ignora el dolor o si juega aunque le duela, la enfermedad podría empeorar y es posible que sea más difícil tratarla.

Tratamiento

¿Cómo se trata la enfermedad de Osgood-Schlatter?

     Por lo general, la enfermedad de Osgood-Schlatter desaparece con el tiempo. Cuando su hijo deja de crecer, el dolor y la hinchazón deberían desaparecer debido a que los tendones rotulares se vuelven mucho más fuertes. La enfermedad de Osgood-Schlatter persiste pasada la edad de crecimiento solo en raras ocasiones.

     Es posible que su médico quiera que su hijo reduzca la cantidad de tiempo que pasa haciendo deportes hasta que el dolor haya desaparecido durante 2 a 4 meses. Es posible que su hijo necesite evitar cualquier actividad que requiera sentadillas.             También es posible que su hijo necesite correr a menor velocidad durante una cantidad de tiempo menor y que salte con menor frecuencia.

     Si estas medidas de tratamiento no dan resultado, es posible que su médico sugiera que su hijo use aparatos ortopédicos que reduzcan la tensión en los tendones rotulares y los cuádriceps. Usar analgésicos como el acetaminofén (una marca: Tylenol) o el ibuprofeno (algunas marcas: Advil, Motrin) podría ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón. Es posible que su hijo necesite usar muletas durante un tiempo para permitir una curación completa. Como última medida, es posible que el médico de su hijo sugiera una cirugía.

Osgood-Schlatter. Inchazon dolorosa de la protuberancia de la tibia
Epicondilitis

Epicondilitis Lateral

"Codo de Tenista o codo de Golfista"

¿Qué es?

 

Codo de tenista (epicondilitis lateral)
     El epicóndilo es el área donde los músculos del antebrazo se unen al hueso lateral del codo. El uso excesivo de estos músculos, ocurre frecuentemente en deportes como el tenis, donde se ejecutan una extensión o rotación forzadas de la muñeca o la mano. La jardinería, usando herramientas o las manos para sujetarlas por periodos prolongados también pueden causar epicondilitis.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

¿Cuál es la causa?

     La bursitis, la tendinitis y otros síndromes de los tejidos blandos generalmente como el codo de tenista y el codo de golfista son el resultado de uno o varios factores. Ellos incluyen: 

  • Actividades recreativas o laborales que causan uso excesivo o daño en las coyunturas

  • Mala postura

  • Tensión de los tejidos blandos debido a una articulación o hueso posicionado incorrecta o anormalmente (como diferencias en la longitud de las piernas o artritis en una articulación)

  • Otras enfermedades o condiciones (artritis reumática (AR), gota, psoriasis, enfermedades de la tiroides o una reacción medicamentosa adversa).

  • Infecciones.

¿Cuáles son los síntomas?

     Los síntomas del codo de tenista son dolor en la parte externa del codo que puede llegar al antebrazo, y dolor al dar un apretón de manos, movimiento de los dedos, levantamiento de la muñeca, al girar las manillas de las puertas o desenroscar tapaderas de frascos.

¿Cómo se diagnostica?

     Su doctor puede hacer un diagnóstico basado en un reconocimiento físico y su historial clínico. Su doctor querrá saber cuándo sintió dolor por vez primera, qué tan intenso era el dolor, dónde estaba ubicado el mismo y si está realizando nuevas actividades físicas.

Opciones de tratamiento

 Tratamiento de los síndromes reumáticos de los tejidos blandos
     (Bursitis, tendinitis, dolor miofascial, túnel carpiano codo de tenista, tenosinovitis y fascitis plantar) 
    
     Los síndromes de los tejidos blandos como la bursitis y la tendinitis son muy comunes en personas que son más bien sanas. Muchos de los síndromes desaparecen por sí solos con el tiempo. En la mayoría de los casos, el médico general puede tratar este tipo de trastornos. Algunas personas deberán atenderse por un reumatólogo (médico especialista en la artritis, enfermedades reumáticas y condiciones musculoesqueléticas relacionadas) para su tratamiento.

     El tratamiento se basa en la reducción del dolor y la inflamación y en la preservación de la movilidad y prevención de incapacidad y recurrencia. El tratamiento de muchas enfermedades de los tejidos blandos es similar. Las recomendaciones de su doctor pueden incluir la combinación de descanso, aparatos ortopédicos, aplicación de calor y frío, medicamentos, terapia física u ocupacional. Puede intentar diversos tratamientos antes de encontrar el que mejor le siente. Las siguientes secciones describen diversos tratamientos que le puede recetar su médico.

Descanso y aparatos ortopédicos
     Muchas enfermedades de los tejidos blandos se deben al uso excesivo, por lo cual el primer tratamiento puede incluir reposo del área afectada o evitar alguna actividad particular por cierto tiempo. El descanso permite que el área lesionada o inflamada se cure.

     Los aparatos ortopédicos permiten que el área en particular descanse hasta que el dolor cese. Las tablillas se usan para ayudar al codo de tenista, la tendinitis De Quervain, la tendinitis aquiliana y el síndrome del túnel carpiano. Estos artefactos no deben usarse indefinidamente porque pueden resultar en movimiento y fuerza limitados. Pregunte a su médico por cuánto tiempo y qué tan seguido debe llevar estos aparatos.

Frío
     Las compresas frías pueden ayudarle a reducir la inflamación inicial y el dolor en condiciones agudas (severas pero de corta duración). La terapia fría es generalmente más efectiva durante las primeras 48 horas después de iniciada la inflamación. Los lineamientos para la terapia de frío son las siguientes:

  • Use un paquete frío, una bolsa con hielo o incluso una bolsa de verduras congeladas.

  • Envuelva el paquete en una toalla si el frío le causa dolor.

  • Ponga el paquete sobre el área afectada por 20 minutos, tres o cuatro veces al día.

  • Frote un cubo de hielo sobre áreas adoloridas más pequeñas por menos tiempo.


Calor

  • Después de 48 horas de dolor crónico (a largo plazo), puede que el calor, seco o húmedo, le sea más benéfico que las compresas frías. Siga los siguientes consejos:

  • Utilice un paquete caliente, una bolsa caliente o una toalla calentada en el microondas (asegúrese de que no esté tan caliente como para causarle quemaduras).

  • Coloque un paquete caliente sobre el área sensible de 15-20 minutos, tres o cuatro veces al día.

  • Jamás use cremas analgésicas o ungüentos con las bolsas calientes porque la combinación puede quemarle la piel seriamente.

  • Dése un baño o una ducha caliente.


Medicamentos
     Su médico puede recetarle medicinas o sugerirle que pruebe diversas medicinas sin receta (de venta libre) para ayudarle a aliviar el dolor y/o la inflamación. Los siguientes medicamentos se usan comúnmente para tratar enfermedades de los tejidos blandos.

     Fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE) reducen la inflamación y el dolor. Hay diferentes clases de AINE, como aspirina, ibuprofeno, naproxeno y ketoprofeno. Estos fármacos se pueden conseguir con o sin receta. Su doctor determinará cuál medicamento es apropiado para su condición basado en factores tales como su edad, otros problemas médicos, hábitos, otras medicinas que esté consumiendo, efectos colaterales y el costo del fármaco.
     Los efectos de los AINE incluyen acidez estomacal, náuseas, diarrea, facilidad para el sangrado o presencia de hematomas y mareos. Efectos más severos son úlceras, problemas renales e inflamación del hígado. Hable con su doctor si nota alguna de las siguientes señales mientras esté bajo tratamiento con AINE: dolores estomacales o calambres, dolor que disminuye después de comer o tomar antiácidos, heces con sangre o negras, vómitos con sangre. La mayoría de las personas con síndromes de los tejidos blandos no necesitan un tratamiento largo con los AINE porque la condición tratada generalmente dura unas semanas.

     Corticosteroides son formas sintéticas del cortisol, el cual es una hormona natural del cuerpo. Los corticosteroides reducen la inflamación. La mayoría de los síndromes reumáticos de los tejidos blandos se pueden tratar con corticosteroides inyectados en la bolsa, la articulación o el tendón para reducir la inflamación y el dolor. Estas inyecciones típicamente se usan si los AINE u otras terapias no proveen alivio después de tres a cuatro semanas de tratamiento. (Los corticosteroides en forma de píldora no se usan para este tipo de trastornos). Los síntomas pueden disminuir o desaparecer en varios días después de la inyección. Los riesgos de estas inyecciones pueden ser sangrado, infección, ruptura del tendón o atrofia de la piel. No se recomiendan las inyecciones frecuentes en la misma área.

Terapia física
      Su doctor puede referirle a un físico terapeuta, quien puede brindarle las siguientes terapias:

  • Ultrasonido (ondas sonoras) proporciona calor profundo para ayudar a aliviar algunas formas de tendinitis, bursitis, hombro miofacial o dolor de espalda. Ocasionalmente, el uso del ultrasonido para activar la crema de cortisona aplicada en la piel provee cierto alivio

  • El masaje muscular puede disminuir el dolor miofascial.

  • Un programa de ejercicio personalizado puede ayudarle a ganar movimiento, fortaleza y función del área afectada.

  • La hidroterapia puede permitirle mover una articulación con mayor facilidad. Además, su físico terapeuta o doctor puede recomendarle un programa de ejercicio que le ayude a aumentar el movimiento en el área dañada. Una vez que el dolor inicial disminuye, deberá fortalecer el área para prevenir volver a lesionarse. Condiciones como el hombro congelado y el síndrome de fricción de la banda ilio-tibial dependen del ejercicio como la principal forma de tratamiento.


Terapia ocupacional
     Los terapeutas ocupacionales pueden identificar modificaciones en las actividades cotidianas y hábitos de trabajo para prevenir repetir lesiones. Estos terapeutas pueden también crear tablillas para las manos y muñecas y sugerirle aparatos para ayudarle a hacer más fáciles sus actividades diarias. Los terapeutas ocupacionales pueden recomendarle ejercicios para los dedos, muñecas y codos.

Cirugía
     En raras ocasiones se requiere de cirugía para tratar la mayoría de estas condiciones. Sin embargo, puede necesitar cirugía si los problemas persisten y otros tratamientos no mejoran los síntomas.

epicondilitis. Inflamación del epicóndilo
Epitrocleitis Medial

Epitrocleitis Medial

O Epicondilitis Medial

Se caracteriza por un dolor que se extiende desde el codo hasta la muñeca, en la zona del antebrazo. El dolor se debe a un daño en los tendones que flexionan la muñeca hacia la palma

DEFINICIÓN

La epitrocleitis, epicondilitis medial o “codo de golfista”, explica el Dr. Aníbal Debandi, Traumatólogo, es una patología que se caracteriza por dolor en la cara interna del codo, sobre la epitróclea (prominencia ósea en la región interna del extremo distal del húmero), debido al sobreuso o estrés repetitivo de la inserción muscular en esta zona. La epitrocleitis es siete a diez veces menos frecuente que la epicondilitis lateral o “codo de tenista”. Ocurre generalmente entre la cuarta y quinta década de la vida, afecta principalmente a la extremidad dominante y no existirían diferencias por sexo.

Si bien es común que se presente en algunos deportes como el golf y el tenis, también puede aparecer en trabajadores manuales como digitadores o carpinteros, quienes realizan movimientos de antebrazo, muñeca y mano en forma repetitiva.

Epitrocleitis o Codo de Golfista
La epitrocleitis es siete a diez veces menos frecuente que la epicondilitis lateral o “codo de tenista”. Ocurre generalmente entre la cuarta y quinta década de la vida, afecta principalmente a la extremidad dominante y no existirían diferencias por sexo.

¿POR QUÉ SE PRODUCE?

La epitróclea es el origen común del grupo muscular encargado de flectar la muñeca y los dedos y de pronar el antebrazo (dejar la palma de la mano mirando hacia abajo). En esta zona se produciría la lesión, específicamente en el origen del músculo pronador redondo y flexor radial del carpo. Sin embargo, el resto del grupo muscular también podría verse afectado.

La causa principal sería el sobreuso o estrés repetitivo en esta región músculo-tendinosa, en la cual se iniciaría un proceso inflamatorio que evolucionaría a una degeneración tendinosa caracterizada por micro roturas tendíneas y una respuesta reparativa fallida.

Esta patología se ha asociado a actividades repetitivas que involucran flexión de muñeca y pronación del antebrazo. En deportes, el mal equipamiento y técnica deportiva inapropiada serían una de sus principales causas. En el golf, por ejemplo, se produciría por una inadecuada técnica de golpe o agarre incorrecto de los palos. En el tenis, durante el servicio (fase de aceleración), golpe de derecha con mucho top spin, por el uso de una empuñadura (grip) de tamaño incorrecto, por una gran tensión de las cuerdas o por el uso de una raqueta demasiado pesada o pequeña. Otras disciplinas a las que se ha asociado esta patología son el remo y deportes de lanzamiento como la jabalina.

SÍNTOMAS

Los pacientes refieren dolor en la región interna del codo, explica el Dr. Aníbal Debandi, el cual empeora al realizar flexión de muñeca y pronación del antebrazo contra resistencia. En ocasiones, el dolor puede irradiarse al antebrazo y cuando existe dolor crónico, se puede agregar debilidad al empuñar la mano u objetos.

En atletas el dolor se puede presentar en la fase de aceleración del lanzamiento, por ejemplo, durante el servicio en el tenis o al lanzar la jabalina.

 

DIAGNÓSTICO

Luego de realizar la historia clínica y examen físico, incluyendo pruebas específicas para evaluar el grupo muscular epitroclear, se procede a solicitar exámenes que ayuden a confirmar el diagnóstico.

Es importante descartar otras causas frecuentes de dolor interno de codo como la inestabilidad medial en atletas que practican deportes de lanzamiento o la neuropatía por atrapamiento del nervio cubital.

Dentro de los exámenes de imágenes a solicitar están:

  • Radiografías: Generalmente son normales, sin embargo, entre el 20 y 30% de los pacientes pueden presentar calcificaciones adyacentes a la epitróclea. Además permiten descartar otras patologías.

  • Ecografía musculoesquelética: Permite evaluar la articulación y tejidos blandos como tendones, ligamentos y nervios alrededor del codo. En forma dinámica, permite comparar con el lado contralateral (sano) y es útil para evaluar los ligamentos en atletas que practican deportes de lanzamiento.

  • Resonancia magnética: Como complemento a la anterior o ante duda diagnóstica es de gran utilidad. Permite evaluar lesiones de tejidos blandos y osteoarticulares como lesiones ligamentosas en deportistas lanzadores, lesiones osteocondrales, fracturas de estrés y patología intraarticular entre otras.

TRATAMIENTO

El tratamiento es principalmente no quirúrgico y tiene como objetivo aliviar el dolor, reducir la inflamación y lograr el retorno a las actividades normales y/o deportivas. Es exitoso entre el 85 y 90 por ciento de los casos, sin embargo, existiría cerca de un 5-15% de recurrencia de síntomas debido principalmente a una rehabilitación incompleta o por el no cumplimiento de las medidas preventivas.

Este tratamiento consiste en evitar o modificar las actividades que producen síntomas, además del uso de medicamentos antiinflamatorios, kinesiterapia, uso de hielo local por 15 a 20 minutos después de realizar actividades y en ocasiones, una órtesis de codo, que puede ayudar a disminuir el dolor al realizar ciertas actividades con la extremidad afectada. Otra alternativa de tratamiento conservador es la infiltración local de corticoides, lo cual permite aliviar los síntomas al menos en el corto o mediano plazo.

Si el tratamiento conservador al cabo de tres a seis meses fracasa, y si se han descartado otras causas de dolor de codo, podría considerarse el tratamiento quirúrgico como alternativa. Varias técnicas han sido descritas, muchas de las cuales consisten en liberación del origen muscular y resección del tejido patológico. Tiene un éxito cercano al 80%, sin embargo, existen potenciales complicaciones como lesión del nervio cubital, especialmente con técnicas mínimamente invasivas como la artroscópica.

El retorno completo a las actividades o deporte luego de la cirugía ocurre habitualmente entre los cuatro a seis meses.

Otras alternativas de tratamiento menos frecuentes de utilizar y que están en continuo estudio son la infiltración local de factores de crecimiento plaquetario, uso de ondas de choque extracorpóreas, infiltración local de toxina botulínica y el uso de terapia láser de baja intensidad.

PREVENCIÓN

Se debe realizar un adecuado calentamiento y elongación antes de realizar actividades manuales o deportivas. Además, al terminarlas se debe nuevamente elongar para mantener la flexibilidad. A su vez, es importante mantener un plan de ejercicios de fortalecimiento de la musculatura del antebrazo.

Finalmente, los factores preventivos más importantes a considerar en la práctica deportiva son la técnica correcta y el equipamiento adecuado.

¿CUÁNDO Y CÓMO VOLVER A TU DEPORTE?

Según explica la Dra. Lorena Parra, traumatóloga, El retorno deportivo luego de una epitrocleitis puede tomar entre 3 y 4 meses, dependiendo del tipo de lesión. Hay que considerar que las lesiones varían de acuerdo al patrón de juego y que, en general, las lesiones del codo son más frecuentes en los golfistas amateurs.

Factores a considerar en el retorno deportivo son la edad, capacidad física, el equipamiento y la mecánica de movimiento.

Para evitar nuevas lesiones debe, entonces, considerarse el manejo preventivo y la educación del deportista, en primer lugar, respecto de las técnicas de entrenamiento correctos para garantizar un rendimiento óptimo y sin lesiones, lo que presupone una comprensión tanto de la optimización de rendimiento y las causas de las lesiones y la función fisiológica normal.

También es importante la educación sobre buen calentamiento, ejercicios de estiramiento, y la evitación de la fatiga. También es importante considerar el apoyo desde el punto de vista de terapia ocupacional como por ejemplo el uso de órtesis para aumento del grip, el cambio a palos de menor peso, etc…

Parte de los principios básicos del tratamiento de todas las lesiones deportivas incluye la rápida y efectiva rehabilitación, con el objetivo de devolver al paciente a su deporte idealmente al mismo nivel que antes, tan pronto como sea posible. Para poder cumplir con éste objetivo lo primordial es tener una visión holística de la patología que permita comprender y manejar todos los aspectos relacionados al reintegro deportivo y, sin duda, la colaboración del paciente y su entrenador con el tratamiento.

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Esguince de -Rodilla

Esguince de Rodilla

Esguince de Rodilla. Torsión con daños en ligamentos

Cuando hablamos de esguince de rodilla nos referimos a una lesión que afecta al Ligamento Medial de la Rodilla, produciéndose un estiramiento y ruptura parcial o completa de los ligamentos colaterales

Dentro de las lesiones de rodilla, el esguince ocupa un lugar importante al ser una de las más frecuentes que se presentan en quienes practican ciertos deportes (fútbol y rugby, por ejemplo)

DEFINICIÓN

Cuando hablamos de esguince de rodilla, explica el Dr. Claudio Rafols del Canto, nos referimos a una lesión que afecta al Ligamento Medial de la Rodilla, produciéndose un estiramiento y ruptura parcial o completa de los ligamentos colaterales (Ligamento colateral medial, que va por el centro y el ligamento colateral lateral, que va por la cara externa de la rodilla). La función del ligamento lateral es ser un estabilizador secundario de la rodilla (los primarios corresponden a los ligamentos cruzados).

Los esguinces de rodilla se clasifican en distintos grados y van desde pequeños desgarros en unas pocas fibras del ligamento, hasta un desgarro total.

Esta lesión es común que se presente en quienes practican deportes de contacto como el fútbol, el rugby, basquetbol, también se presenta en deportes de montaña como el esquí, entre otros deportes.

Cuando es un simple estiramiento, se habla de un esguince Grado I, que sería un desgarro de un número pequeño de fibras (un tercio) del ligamento que se acompaña de dolor, mínima hemorragia y derrame sin inestabilidad. Cuando existe la rotura parcial de las fibras ligamentosas (dos tercios) nos referiremos a un esguince Grado II. Acá se está en presencia de una impotencia funcional moderada, dolor localizado, mayor reacción articular, acompañado de inestabilidad, aunque con una movilidad ligeramente anormal.

CAUSAS DE LA LESIÓN

Los esguinces mediales se dan en pacientes que tienen un antecedente traumático importante, ya sea tras haber chocado con alguna otra persona o por un mecanismo de presión que se generó sobre la articulación de la rodilla producto de un golpe o una torcedura.

Es común que se de en personas con falta de coordinación, que tienen alguna descompensación muscular, problemas de flexibilidad, fuerza inadecuadas en los músculos y ligamentos, entre otras causas.

El mecanismo del esguince de rodilla se produce tras un bloqueo del pie en el suelo, éste se queda clavado y la pierna ligeramente doblada se gira sobre sí. El peso del cuerpo hace que el ligamento se lesione (parcial o totalmente). En la mayoría de los casos, el esguince es parcial y el afectado es el ligamento lateral interno (LLI), que va asociado con frecuencia a lesiones del menisco interno.

SÍNTOMAS

El paciente siente dolor, inestabilidad de la rodilla y estará acompañada de inflamación. Existirá un rango menor de amplitud de movimiento en la articulación e incapacidad para estar de pie sobre la pierna afectada.

DIAGNÓSTICO

El médico especialista practicará maniobras específicas que permitan buscar movimientos anormales que confirmen la existencia de un esguince grave y de una ruptura asociada a un ligamento cruzado. Tendrá que hacerse una radiografía con el fin de buscar una lesión ósea asociada. Si el médico sospecha de una lesión del ligamento cruzado o de los meniscos, se podrá realizar una Resonancia Nuclear Magnética.

TRATAMIENTO A SEGUIR

En primera instancia se comenzará con una terapia conservadora, que consistirá en consumo de antiinflamatorio, hielo, el uso de alguna rodillera articulada, que permitirá bajar el dolor del paciente y que la persona siga moviéndose. La idea es que comience con terapia kinésica en forma temprana. Por lo general se estima entre 3 y 4 semanas la recuperación de la lesión En el esguince grado 2, la lesión se trata en forma ortopédica. Se inmoviliza al paciente, y se busca restablecer la cicatrización del ligamento.

Cuando la rotura es completa, y existe una desinserción desde la zona distal (de la parte baja de la rodilla), el ligamento se avulsiona y queda entremedio de otros tendones (pata de ganzo). Este cicatriza, pero solo lo hace en las partes blandas y el paciente queda con una inestabilidad tibial, que necesitará de tratamiento quirúrgico.

Al lesionarse el ligamento colateral lateral, la intervención quirúrgica es inevitable porque éste no cicatriza solo, porque compromete una serie de estructuras y hay que repararlas para que la rodilla quede estable. En muchos de estos casos hay compromiso del ligamento cruzado posterior.

TIEMPO DE RECUPERACIÓN

Cuando se trata de esguinces grado 1, se estima la recuperación entre 3 y 4 semas. En los esguinces grado 2, este variará entre las 4 y 6 semanas. En un esguince grado 3, sin intervención quirúrgica, la recuperación bordeará entre 6 y 8 semanas.

PREVENCIÓN:

En materia de prevención de lesiones en rodillas, el trabajo propioceptivo es importante y consiste en una serie de ejercicios de fuerza y coordinación que permitirán mejorar y mantener un equilibrio neuromuscular que hará más estable la rodilla cuando ésta sea sometida a ciertos grados de estrés. Una persona no entrenada propioceptivamente, tiene muchas más probabilidades de sufrir una lesión de tipo ligamentosa.

REHABILITACIÓN KINÉSICA

Los mecanismos de palancas laterales y mediales sobre la rodilla, son bastante comunes y afectan directamente el sistema de estabilización pasivo de la rodilla: Los ligamentos. Las lesiones de tejidos blandos que sirven de apoyo a la rodilla, se producen cuando estos tejidos son incapaces de resistir una tensión anómala, la cual se desarrolla cuando la rodilla se ve forzada a realizar un movimiento fuera de lo normal (que ocurre mucho en quienes practican deportes como el fútbol y el rugby, por ejemplo).

La fuerza de carga, a la cual es sometida la rodilla, está directamente relacionada con el daño ocasionado en las estructuras ligamentosas y a su vez, este será el indicador de la evolución del tratamiento. En otras palabras una lesión menor del ligamento tendrá una evolución de rápida resolución con un tratamiento conservador, en otros casos donde el daño del ligamento es completo y generador de una inestabilidad funcionalmente marcada, puede ser de resolución quirúrgica, con una evolución mayor.

LIGAMENTO LATERAL INTERNO (LLI)

El tratamiento del LLI es, en buena parte, no quirúrgico, con inmovilización en el caso de todos los esguinces de grado I y II y en la mayoría de los tipo III.

La amplitud de movimiento se recupera tan rápido como lo tolere el paciente. Al principio del tratamiento se evita la rotación externa de la tibia. Para lograr este objetivo, es posible utilizar una serie de elementos como son el segmento contrario, balones suizos, espumas, etc.

Los ejercicios de fortalecimiento de cuádriceps, parten de forma temprana evitando la extensión completa, sin dolor y de forma progresiva. El peso del segmento, lastres, bandas elásticas y poleas pueden ser utilizadas para cumplir a cabalidad la musculación del segmento.

En las primeras 3 a 4 semanas se debe evitar cargas laterales hacia el interior y de generar rotaciones. Apenas el paciente tolere, es necesario realizar un trabajo de propiocepción y balance progresivo en diferentes superficies inestables, agregando movimientos y elementos afines al deporte realizado, pudiendo ser en este caso balones con diferentes pesos.

Las actividades aeróbicas de baja carga se recomiendan entre la 1a y 2a semanas, pero siempre y cuando el sujeto no tenga dolor (bicicleta, elíptico y marcha rápida). Entre la 2a y 4a semanas es posible empezar con programas de trote, tomando en cuenta la sensación de estabilidad de la rodilla y la percepción del dolor.

El reintegro deportivo debiese ser hacia la 6a semana en adelante, incorporando ejercicios de reacción, potencia, saltos y giros combinados con ejercicios propios del deporte. Paralelamente se debe mantener el proceso de musculación y de balance avanzado.

LIGAMENTO LATERAL EXTERNO (LLE)

REINTEGRO DEPORTIVO

El retorno deportivo se indica una vez que el paciente está en óptimas condiciones físicas para retornar de forma segura a la práctica regular de su actividad y, así, evitar una reagudización de su lesión, dice el Dr. Marcelo Hernández, traumatólogo.

Se debe considerar el grado de daño inicial del ligamento para respetar los tiempos de cicatrización, y cumplir con los siguientes criterios:

CLÍNICOS: AUSENCIA DE DOLOR

  • Ausencia de signos de inflamación.

  • Articulación estable.

  • Buen rango articular.

  • Trofismo muscular óptimo.

FUNCIONALES: FUERZA.

  • Potencia (fuerza explosiva).

  • Resistencia.

Los criterios funcionales se pueden objetivar mediantes diversas pruebas como son la evaluación isocinética, test de salto, plataforma de fuerza, etc.

Una vez dado el retorno deportivo, este debe ser progresivo y planificado para generar adaptación de los tejidos a la actividad fisica competitiva.

Esguince de Tobillo

Esguince de Tobillo

Esguince de Tobillo. Torsión del tobillo de grados hasta 4

El tobillo se lesiona con frecuencia en actividades diarias laborales, deportivas y recreativas. Los esguinces del tobillose producen por el desplazamiento hacia dentro o hacia fuera del pie, distendiendo o rompiendo los ligamentos de la cara interna o externa del tobillo.

¿Qué es el esguince de tobillo?

Los esguinces del tobillo se producen por el desplazamiento hacia dentro o hacia fuera del pie, distendiendo o rompiendo los ligamentos de la cara interna o externa del tobillo.

Causas del esguince de tobillo

Usualmente el esguince de tobillo se produce de manera fortuita por un mal movimiento o un accidente a la hora de hacer la pisada en el suelo. La esencia del esguince de tobillo es el estiramiento del ligamento por encima de su límite de elasticidad, lo que provoca su distensión, desgarro o rotura, según la violencia con la que se sobrepase ese límite. Factores como un calzado inadecuado con suela alta o poco ajustado, terreno irregular, debilidad de los grupos musculares protectores de la articulación o fatiga pueden propiciar la aparición del esguince de tobillo.

Síntomas del esguince de tobillo

Los síntomas de un esguince de tobillo son:

  • Dolor articular o dolor muscular.

  • Hinchazón.

  • Rigidez articular.

  • Cambio de color de la piel, especialmente equimosis.

Tipos de esguince de tobillo

Existen tres tipos de esguinces de tobillo, que se clasifican según su gravedad:

  • Esguinces de primer grado: Son el resultado de la distensión de los ligamentos que unen los huesos del tobillo. La hinchazón es mínima y la persona puede comenzar la actividad deportiva en dos o tres semanas.

  • Esguinces de segundo grado: Los ligamentos se rompen parcialmente, con hinchazón inmediata. Necesitan de un periodo de reposo de tres a seis semanas antes de volver a la actividad normal.

  • Esguinces de tercer grado: Son los más graves y suponen la rotura completa de uno o más ligamentos, pero rara vez precisan cirugía. Se precisan ocho semanas o más para que los ligamentos cicatricen.

Tratamiento del esguince de tobillo

Lo prioritario para este tipo de lesiones es controlar la inflamación y el dolor inicial. Para tratar el esguince será también beneficiosa la administración de medicamentos antiinflamatorios y analgésicos. Es recomendable el uso de cualquier tipo de ortesis para disipar cualquier carga sobre el tobillo dañado. Las medidas que se deben adoptar frente un esguince:

  • Reposo para no sobrecargar la articulación.

  • Aplicar hielo, reduciendo así la inflamación y calmando el dolor.

  • Hacer un vendaje compresivo de la zona dañada.

  • Elevación de la extremidad lesionada para favorecer el drenaje edematoso.

Prevención del esguince de tobillo

Para prevenir un esguince, es necesario tener una principal atención en los cuidados que hay que tener el momento de realizar alguna actividad física. Las siguientes medidas pueden disminuir el riesgo de sufrir un esguince:

  • Utilizar calzado protector durante actividades que ejerzan tensión sobre el tobillo y otras articulaciones.

  • Asegurarse de que los zapatos se ajusten a los pies de manera apropiada.

  • Evitar zapatos con tacones altos.

  • Siempre realizar un estiramiento o calentamiento antes de hacer ejercicio o practicar deportes.

  • Evitar deportes y actividades para las cuales no se tenga entrenamiento.

  • Mantener una musculatura potente para proteger los ligamentos.

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