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Enciclopedia Médica: A

Fuentes: Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., Fundación Nacional Oficial de la Artritis

Artritis Reumatoidea

Garantizado

Efectos

Artritis Reumatoidea

    

La artritis reumatoidea (AR) es una enfermedad crónica. Lleva a la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes. También puede afectar otros órganos.

Causas

La causa de la AR se desconoce. Se trata de una enfermedad autoinmunitaria. Esto significa que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano.

La AR se puede presentar a cualquier edad, pero es más común en la mediana edad. Las mujeres tienen AR con mayor frecuencia que los hombres.

La infección, los genes y los cambios hormonales pueden estar vinculados a la enfermedad. El tabaquismo también puede estar asociado con la AR.

Es mucho menos común que la osteoartritis, que es una afección que sucede en muchas personas debido al desgaste en las articulaciones a medida que se envejece. 

Síntomas

La mayoría de las veces, la AR afecta las articulaciones en ambos lados del cuerpo por igual. Los dedos de las manos, las muñecas, las rodillas, los pies, los codos, los tobillos, la cadera y los hombros son los que resultan afectados con mayor frecuencia.

La enfermedad a menudo comienza de manera lenta. Los síntomas iniciales pueden incluir

  • Dolor articular leve

  • Rigidez 

  • Fatiga

Los síntomas articulares pueden incluir:

  • La rigidez matutina, que dura por más de 1 hora, es común. 

  • Las articulaciones pueden sentirse calientes, sensibles y rígidas cuando no se usan durante una hora.

  • El dolor articular a menudo se siente en la misma articulación en ambos lados del cuerpo.

  • A menudo las articulaciones están inflamadas. 

  • Con el tiempo, las articulaciones pueden perder su rango de movimiento y volverse deformes.

Otros síntomas incluyen:

Tratamiento

En la mayoría de los casos, la AR requiere tratamiento por largo tiempo. El tratamiento puede incluir:

  • Medicamentos

  • Fisioterapia

  • Ejercicio

  • Educación 

  • Cirugía

El tratamiento agresivo y oportuno para la AR con nuevas categorías de fármacos puede ser muy útil para frenar la destrucción de la articulación y prevenir deformidades.

Terapias Complementarias

¿Qué son las terapias complementarias?

Las terapias complementarias son alternativas que pueden desempeñar alguna función en un programa de tratamiento integral diseñado por usted y el profesional de la salud que lo atiende.

La eficacia de una terapia complementaria está respaldada por diversos estudios confiables.

Por lo general, las terapias complementarias son indicadas por profesionales médicos con la finalidad de complementar a un tratamiento convencional.

Hay diversas terapias complementarias que pueden ser de ayuda para aliviar el dolor. Éstas incluyen:

Fisioterapia

Los ejercicios de rango o amplitud de movimiento y los programas indicados por un fisioterapeuta pueden retardar la pérdida de la función articular y ayudar a mantener los músculos fuertes.

Algunas veces, los terapeutas usan máquinas especiales para aplicar calor profundo o estimulación eléctrica para reducir el dolor y mejorar la movilidad articular.

Otras terapias que pueden ayudar a aliviar el dolor articular incluyen:

  • Técnicas de protección de la articulación

  • Tratamientos con calor y frío

  • Férulas o dispositivos ortopédicos para apoyar y alinear las articulaciones

  • Períodos frecuentes de descanso entre las actividades, así como de 8 a 10 horas de sueño cada noche

Artrosis

"Artrosis"

La osteoartritis o artrosis es la enfermedad degenerativa articular más frecuente, caracterizada por la destrucción del cartílago hialino que recubre las superficies óseas.

El cartílago es un tejido que hace de amortiguador al proteger los extremos de los huesos y que favorece el movimiento de la articulación. Cuando se desarrolla la artrosis, dicho cartílago pierde sus propiedades. Puede incluso llegar a desaparecer, haciendo que los extremos de ambos huesos rocen directamente, produciendo dolor. 

Habitualmente se localiza en la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la articulación de la raíz del pulgar, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie.

Síntomas habituales

  • Dolor articular

  • Deformidad articular

  • Inflamación en las articulaciones

  • Rigidez

Síntomas generales

El síntoma fundamental es el dolor, de inicio insidioso, profundo y mal localizado. Este dolor suele aparecer cuando se exige un esfuerzo a la articulación enferma y, en general, empeora a medida que avanza el día. Con el progreso de la enfermedad, el dolor puede aparecer con el reposo o el descanso nocturno.

En la artrosis de la columna vertebral, se produce dolor de cuello o de la región lumbar, dificultad para el movimiento y contractura de los músculos de la región afectada.

Otra posibilidad, cuando el paciente aqueja dolor en el muslo (por dolor irradiado), es que la artrosis se localice en la cadera.

Otros síntomas son las deformidades articulares y la limitación de la movilidad con dolor a la presión, chasquidos y crepitación de la articulación. El crecimiento de los extremos de los huesos que forman la articulación puede hacer que la articulación se agrande y ensanche.

Causas

No está claro si la artrosis es una única enfermedad o un espectro de patologías con unas manifestaciones clínicas y radiológicas similares.

Así, podemos clasificar la artrosis en dos grupos: primaria, sin una causa definida y secundaria, asociada a otras patologías (hemocromatosis, gota, diabetes mellitus, displasias óseas...).

Sea o no conocida la causa última de la enfermedad, sí que podemos hablar de una serie de factores estrechamente ligados a su desarrollo:

  1. Factores sistémicos: sexo, edad, herencia, osteoporosis (estado hormonal).

  2. Factores locales: obesidad, inestabilidad articular (laxitud, deformidades), traumatismos repetidos, sobrecarga articular (ocupacional...).

  3. Factores genéticos: existe una serie de genes estrechamente asociados al desarrollo de la artrosis que pueden estudiarse mediante un simple test de saliva.

¿Tratamientos?

El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y el mantenimiento de la capacidad funcional. Las claves son el ejercicio, combatir la obesidad y los analgésicos/antiinflamatorios.

Las terapias actualmente disponibles son:

  • Tratamiento no farmacológico: la fisioterapia, el ejercicio aeróbico (natación, paseo).

  • Tratamiento farmacológico: como primera opción, el paracetamol. Como antiinflamatorios no esteroideos se tiende a emplear los inhibidores de la COX-2 (celecoxib y rofecoxib). En algunos momentos pueden ser otros analgésicos como el tramadol o la codeína.

  • El sulfato de glucosamina y el condroitín sulfato estimulan la síntesis de matriz extracelular del cartílago y parece que ejercen un control moderado sobre el dolor articular, si bien los estudios realizados no muestran resultados totalmente definitivos. Los corticoides intraarticulares pueden ser eficaces en casos puntuales.

  • El ácido hialurónico y los factores de crecimiento plaquetario intra-articulares sirven para tratar aquellos pacientes con una artrosis refractaria al tratamiento médico al tener un efecto analgésico-antiinflamatorio y protector del tejido.

Cirugía: indicada en las fases tardías de la enfermedad cuando existe dolor refractario o importante trastorno funcional.

Existen cuatro procedimientos quirúrgicos: la osteotomía (para corregir la distribución de cargas); la artroscopia (con lavado y desbridamiento intraarticular); la artrodesis (o fusión articular, útil en columna y pequeñas articulaciones); y la artroplastia o sustitución articular por una prótesis, muy frecuentes la prótesis de cadera y la prótesis de rodilla.

Terapias Complementarias

Hay diversas terapias complementarias que pueden ser de ayuda para aliviar el dolor. Éstas incluyen:

Artrosis del Hombro

Artrosis de Hombro - Glenohumeral 

 

 

 

 

Resumen

La enfermedad degenerativa o artrosis gleno-humeral es la tercera en frecuencia después del compromiso de rodilla y cadera. El motivo principal de consulta es el dolor y la disminución del rango articular. La artrosis primaria es más frecuente en población mayor de 60 años, mientras que la secundaria se presenta principalmente en población más joven. Dentro de las causas de artrosis secundaria destacan las postraumáticas, postquirúrgicas, relacionadas a artropatías inflamatorias, a osteonecrosis y a insuficiencia de los tendones del manguito rotador. El manejo en etapas iniciales es conservador sin embargo, en etapas más avanzadas el manejo quirúrgico ha mostrado buenos resultados. Las técnicas artroscópicas menos invasivas se reservan para estadios leves y la artroplastia total de hombro para estadios más avanzados, mostrando resultados predecibles en el manejo del dolor a mediano y largo plazo.

Si bien es cierto que el hombro está compuesto por la articulaciones gleno-humeral (GH), acromio-clavicular, esterno-clavicular y escápulo-torácica, la presente revisión se enfocará en la enfermedad degenerativa GH, la cual es más importante en frecuencia y en los desafíos que presenta su manejo. Después de la artrosis de cadera y rodilla, la enfermedad degenerativa GH es la tercera en frecuencia (1).Al igual que las otras localizaciones su prevalencia va aumentando con la edad y se presenta con más frecuencia en mujeres (2). En los estadios avanzados de enfermedad es causa considerable de incapacidad funcional.

Del punto de vista etiológico se puede clasificar en primaria cuando no hay un factor predisponente identificado, o secundaria cuando hay una causa asociada a su inicio. Entre ambas, la artrosis GH primaria es más prevalente que la secundaria (3).

¿Cuáles son las causas?

No está claro si la artrosis es una única enfermedad o un espectro de patologías con unas manifestaciones clínicas y radiológicas similares.

Así, podemos clasificar la artrosis en dos grupos: primaria, sin una causa definida y secundaria, asociada a otras patologías (hemocromatosis, gota, diabetes mellitus, displasias óseas...).

Sea o no conocida la causa última de la enfermedad, sí que podemos hablar de una serie de factores estrechamente ligados a su desarrollo:

  1. Factores sistémicos: sexo, edad, herencia, osteoporosis (estado hormonal).

  2. Factores locales: obesidad, inestabilidad articular (laxitud, deformidades), traumatismos repetidos, sobrecarga articular (ocupacional...).

  3. Factores genéticos: existe una serie de genes estrechamente asociados al desarrollo de la artrosis que pueden estudiarse mediante un simple test de saliva.

¿Cuáles son los síntomas?

El síntoma fundamental es el dolor, de inicio insidioso, profundo y mal localizado. Este dolor suele aparecer cuando se exige un esfuerzo a la articulación enferma y, en general, empeora a medida que avanza el día. Con el progreso de la enfermedad, el dolor puede aparecer con el reposo o el descanso nocturno.

En la artrosis de la columna vertebral, se produce dolor de cuello o de la región lumbar, dificultad para el movimiento y contractura de los músculos de la región afectada.

Otra posibilidad, cuando el paciente aqueja dolor en el muslo (por dolor irradiado), es que la artrosis se localice en la cadera.

Otros síntomas son las deformidades articulares y la limitación de la movilidad con dolor a la presión, chasquidos y crepitación de la articulación. El crecimiento de los extremos de los huesos que forman la articulación puede hacer que la articulación se agrande y ensanche.

Terapias Complementarias

Hay diversas terapias complementarias que pueden ser de ayuda para aliviar el dolor. Éstas incluyen:

Artrosis Patelofemoral

Artrosis Patelofemoral

 

 

 

 

 

Síndrome de dolor patelofemoral

La “rodilla de corredor” es la causa más común de dolor de rodilla en la medicina ambulatoria.

Desarrollo

El síndrome de dolor patelofemoral (SDPF) es la causa más común de dolor de la rodilla en la medicina ambulatoria. También se lo suele denominar “dolor de la rodilla anterior” o “rodilla del corredor” por ser el diagnóstico más común en los corredores (16 a 25% de las lesiones en estos atletas) y centros de medicina del deporte.

El 12% de las molestias por las que se consulta ambulatoriamente tiene su origen en la rodilla anterior. Está causado por el desequilibrio entre las fuerzas que controlan la tracción patelar durante la flexión y la extensión de la rodilla, en particular con sobrecarga de la articulación.

Definición

El SDPF puede definirse como el dolor de la rodilla que comprende a la rótula y el retináculo excluyendo otras patologías intraarticulares y peripatelares. La condromalacia de la rótula, una enfermedad en la que el cartílago articular patelar se ablanda, solo aparece en un subgrupo de pacientes con dolor en la rodilla anterior.

Anatomía y bioquímica

La articulación patelofemoral (APF) está compuesta por la rótula y la tróclea femoral. La rótula actúa como un elevador y también aumenta el momento del brazo de la APF, el cuádriceps y los tendones patelares. El contacto de la rótula con el fémur se inicia a los 20 grados de flexión y aumenta más a medida que la rodilla se flexiona, alcanzando un máximo de 90 grados.

La estabilidad de la APF depende de estabilizadores dinámicos y estáticos, los cuales controlan el movimiento de la rótula dentro de la tróclea, denominado “deslizamiento patelar”. El deslizamiento patelar puede estar alterado por el desequilibrio de esas fuerzas de estabilización, afectando la distribución de fuerzas sobre la superficie de la APF, la rótula y los tendones del cuádriceps y, los tejidos blandos adyacentes.

Las fuerzas de la rótula oscilan desde un tercio a la mitad del peso corporal durante la caminata, hasta tres veces el peso corporal durante el ascenso de una escalera y hasta siete veces el peso corporal durante la posición en cuclillas. El conocimiento de las anormalidades del deslizamiento patelar permite apreciar la causa posible del SDPF y determinar el tratamiento.

Síntomas típicos

 

incluyen el dolor por delante o alrededor de la rótula que aumenta al correr y con las actividades que involucran la flexión de la rodilla. Los hallazgos en pacientes con SDPF van desde la limitación de la motilidad patelar hasta la rótula hipermóvil. Para confirmar el diagnóstico, es importante el examen de la rótula y las estructuras adyacentes. En general, no es necesario el diagnóstico radiográfico antes de comenzar el tratamiento. La radiografía es útil en los pacientes con antecedentes de trauma o cirugía, derrame articular, mayores de 50 años (para descartar la artrosis) y en aquellos en los que el tratamiento no alivia el dolor.

Fisioterapia

 

Hay poca evidencia que avale el uso sistemático de aparatos ortopédicos o de antiinflamatorios no esteroides (AINE). La cirugía sólo está indicada cuando no se obtienen buenos resultados con el programa de rehabilitación. Es importante la educación de los pacientes para modificar los factores de riesgo y prevenir la recurrencia.

Entre las causas del SDPF, a menudo se ha comprobado la mala alineación de la extremidad inferior (causada por anormalidades tales como el ángulo Q del pie aumentado, pié plano o pronación subastragalina). Sin embargo, dicen los autores, la evidencia para afirmar que existe una relación causal entre las mediciones estáticas de la mala alineación de la extremidad inferior y la lesión de la extremidad inferior es limitada.

En un estudio prospectivo, un subgrupo pequeño de corredores con SDPF tenía diferencias en la dorsiflexión del tobillo, genu varum y pie varo comparados con los participantes sin lesiones. El análisis del componente dinámico puede brindar información más útil sobre el papel que desempeña la morfología de la extremidad inferior en el desarrollo del síndrome.

Terapias Complementarias

Hay diversas terapias complementarias que pueden ser de ayuda para aliviar el dolor. Éstas incluyen:

Artrosis de Cadera

Artrosis de Cadera

 

 

 

 

 

 

La artrosis es una enfermedad articular degenerativa que causa daño progresivo del cartílago articular y de las estructuras circundantes. La cadera es la segunda articulación más frecuentemente afectada, después de la rodilla. Alrededor del 11% de la población de Inglaterra sufre artrosis de cadera.

Este artículo es una actualización sobre las opciones terapéuticas actuales para la artrosis de cadera.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo pueden ser generales, intrínsecos y extrínsecos.

  • Factores de riesgo generales: edad, sexo y genética. La artrosis de cadera es casi el doble de frecuente en las mujeres que en los hombres,1 2 y estudios genéticos muestran una propensión a heredarla del 50% causada por variantes genéticas europeas.
     

  • Factores intrínsecos: la falta de ensamblado (como las displasias) y la laxitud articular: causan desgaste y soporte del peso anormales y por ello aceleran la degeneración articular.
     

  • Factores extrínsecos: el índice de masa corporal en aumento, gran cantidad de ciertos ejercicios y el trabajo manual pesado. Se cree que estos factores aumentan la incidencia y la progresión de la artrosis 3-5.

Casi siempre la causa de la artrosis de cadera es multifactorial. Una serie de factores de riesgo producen inestabilidad, desviación, aumento de la carga articular, microtraumatismos y daño estructural. La articulación responde con inflamación subcondral y sinovial e hipertrofia ósea. Ésta se manifiesta en las radiografías como estrechamiento del espacio articular, esclerosis y quistes o formación de osteofitos.

La artrosis de cadera se asocia con otras enfermedades (comorbilidades), pero a menudo no hay una relación causal demostrada. Un estudio demográfico mostró que la artrosis de cadera se asocia con fragilidad, con un cociente de probabilidades tras ajustar para las variables de confusión de 1,57.8 También se asocia con aumento del riesgo de mortalidad por todas las causas (índice de riesgo 1,14)9 y mayores tasas de problemas de salud mental. Un gran estudio demográfico sugiere asimismo un aumento de la mortalidad cardiovascular asociado con la artrosis

Signos y síntomas de la artrosis de cadera

"La artrosis de cadera se considera grave si los síntomas constituyen un impedimento importante para la movilidad y la independencia"

Los pacientes con artrosis de cadera sufren dolor que va en aumento durante meses a años. Refieren dolor en la ingle, al principio intermitente, peor al final del día y relacionado con la actividad (especialmente caminar o subir escaleras). El dolor de reposo y el dolor nocturno pueden ser característicos de todos los estadios de la enfermedad, pero su intensidad aumenta a medida que la misma avanza. El dolor nocturno, especialmente cuando es atípico o fuera de contexto con otros síntomas de artrosis, puede ser el signo de un diagnóstico más grave (cuadro 1).

El dolor puede ser similar en otras enfermedades, como la bursitis trocantérica, las anomalías de la columna lumbosacra, la artritis reumatoidea, la osteonecrosis o la meralgia parestésica.

La artrosis de cadera se considera grave si los síntomas constituyen un impedimento importante para la movilidad y la independencia. Varios sistemas de puntuación indican la gravedad de los síntomas. La puntuación de Oxford (Oxford Hip Score) es quizás la más empleada.

En el examen físico se hallan dolor en la ingle con la palpación y movimientos limitados o dolorosos. La rotación interna es el indicador más sensible de artrosis de cadera.

Métodos no farmacológicos

Descenso de peso

Diversos estudios demuestran mejor función y disminución de la discapacidad cuando los pacientes con artrosis de rodilla adelgazan. La evidencia de mejor función con el descenso de peso es menos robusta para la artrosis de cadera. No obstante, el consenso de especialistas recomienda el adelgazamiento para los pacientes con artrosis de cadera, mediante disminución de la ingesta calórica, participación en grupos para adelgazar y ejercicios en los que la articulación de la cadera no soporta peso, como la natación.

Fisioterapia

El aumento de la fuerza muscular mejora la mecánica de los movimientos y reduce la carga articular de la cadera artrósica. Una revisión Cochrane halló que efectuar un programa de fisioterapia supervisada disminuye el dolor y mejora la función física en pacientes con dolor de leve a moderado debido a artrosis de cadera. Los beneficios de los programas de fisioterapia supervisada son pequeños, pero duran 3-6 meses después del tratamiento. OASRI y NICE recomiendan ofrecer fisioterapia a todos los pacientes con artrosis de cadera. Se basan sobre el análisis de la literatura actual, las recomendaciones y el consenso de especialistas. La fisioterapia debe incluir el fortalecimiento local y ejercicios aeróbicos generales.

Terapias Complementarias

Hay diversas terapias complementarias que pueden ser de ayuda para aliviar el dolor. Éstas incluyen:

Artrosis de Rodilla

 

 

 

 

 

 

Osteoartritis de rodilla (Knee Osteoarthritis)

La osteoartritis, también conocida como artrosis "por uso y desgaste", es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad.

La osteoartritis de rodilla es una de las principales causas de incapacidad en Estados Unidos. El desarrollo de la enfermedad es lento y el dolor empeora con el paso del tiempo. Aunque no existe una cura, hay muchas opciones de tratamiento disponibles, que ayudan a controlar el dolor, mantenerse activo y llevar adelante una vida satisfactoria.

¿Qué es la osteoartritis de rodilla?

La osteoartritis es la enfermedad degenerativa más común de la rodilla.

Una rodilla sana puede flexionarse y enderezarse sin dificultad, gracias a un tejido blando y resbaladizo llamado cartílago articular, que cubre, protege y amortigua los extremos de los huesos que forman la rodilla.

Entre estos huesos, hay dos meniscos (cartílagos) en forma de C que actúan como "amortiguadores" de la articulación de la rodilla. La osteoartritis desgasta estos cartílagos.

¿Cómo se presenta?

La osteoartritis se presenta con el paso del tiempo. Al desgastarse, el cartílago se deteriora y se pone áspero. Entonces, cuando usted se mueve, siente dolor en la zona que no está protegida por el cartílago.

Cuando el cartílago se desgasta por completo, los huesos se frotan una contra otro. Y, para compensar la pérdida de cartílago, los huesos dañados pueden comenzar a crecer y formar dolorosos espolones.

Síntomas

El dolor y la rigidez son los síntomas más frecuentes de la osteoartritis de rodilla. En general, los síntomas empeoran por la mañana o luego de un período de inactividad.

¿Qué causa la osteoartritis de rodilla?

Varios factores aumentan el riesgo de desarrollar osteoartritis.

Edad

La capacidad del cartílago de repararse puede disminuir con la edad. La osteoartritis normalmente afecta a las personas de mediana edad y mayores.

Herencia

Se ha observado una vinculación entre ciertos genes y la osteoartritis. Algunas características hereditarias, como tener las piernas arqueadas, las rodillas juntas o laxitud articular, pueden aumentar su riesgo de tener esta enfermedad.

Peso

 

Cuanto mayor es su peso, mayor es el peso que soportan las articulaciones de sus rodillas.

Lesiones

Una lesión previa de la rodilla, como una lesión deportiva, puede causar osteoartritis en el futuro.

Uso excesivo

Las personas que deben arrodillarse o agacharse, levantar objetos pesados y caminar como parte de su trabajo, son más vulnerables a las lesiones por tensión reiterada en la rodilla. Esto hace que sean más propensas a desarrollar osteoartritis.

Otras enfermedades

Si tuvo otros problemas en la rodilla, como gota, infección o enfermedad de Lyme, tiene un mayor riesgo de presentar osteoartritis.

Tratamiento

Reemplazo total de rodilla 

¿Es mejor realizar un diagnóstico temprano?

Como la osteoartritis empeora con el transcurso del tiempo, cuanto antes inicie el tratamiento mejor será el resultado.

Después de analizar sus síntomas y antecedentes médicos, el médico puede indicarle radiografías para confirmar la presencia de osteoartritis. Las radiografías muestran si el daño al cartílago ha reducido el espacio articular que separa los huesos de la rodilla.

Espacio articular reducido debido al cartílago dañado y espolones

Artrosis de Rodilla
Atrapamiento Cubital

Atrapamiento Cubital

     El atrapamiento del nervio cubital ocurre cuando el nervio cubital del brazo se comprime o se irrita.

El nervio cubital es uno de los tres nervios principales del brazo. Va desde el cuello hasta la mano, y puede contraerse en varios lugares, como debajo de la clavícula o en la muñeca. El lugar más común de compresión del nervio es detrás de la parte interna del codo. La compresión del nervio cubital en el codo se llama "síndrome del túnel cubital".

El adormecimiento y hormigueo de la mano y los dedos son síntomas comunes del síndrome del túnel cubital. En la mayoría de los casos, los síntomas se pueden controlar con tratamientos conservadores como cambios en las actividades e inmovilización. Si los métodos más conservadores no mejoran sus síntomas, o si la compresión del nervio está ocasionando debilitamiento en el músculo o daño en la mano, su médico puede recomendar una cirugía.

Esta ilustración de los huesos del hombro, brazo y mano muestra la ruta del nervio cubital.

Reproducido de Mundanthanam GJ, Anderson RB, Day C: Ulnar nerve palsy. Orthopaedic Knowledge Online 2009. Accessed August 2011.

Anatomía

     En el codo, el nervio cubital viaja a través de un túnel de tejido (el túnel cubital) que pasa debajo de una protuberancia del hueso de la parte interior del codo. Esta protuberancia ósea se llama epicóndilo medial. Al punto donde el nervio pasa debajo del epicóndilo medial comúnmente se le conoce como "hueso de la risa". En el hueso de la risa el nervio está cerca de la piel, y al golpearlo provoca una sensación de calambre.

El nervio cubital pasa detrás del epicóndilo medial en la parte interior del codo.

Más allá del codo, el nervio cubital viaja debajo de los músculos de la parte interior de su antebrazo y hacia la mano del lado de la palma con el dedo meñique. A medida que el nervio entra en la mano, viaja por otro túnel (canal de Guyón).

El nervio cubital da sensación al dedo meñique y a la mitad del dedo anular. También controla la mayoría de los músculos pequeños de la mano que ayudan con los movimientos finos, y algunos de los músculos más grandes del antebrazo que ayudan a la sujeción fuerte.

El nervio cubital da sensación al dedo meñique y a la mitad del dedo anular en la palma y el dorso de la mano.

Causa

     En muchos casos del síndrome del túnel cubital, se desconoce la causa exacta. El nervio cubital es especialmente vulnerable a la compresión en el codo porque debe viajar por un espacio angosto con muy poco tejido blando para protegerlo.

Causas comunes de la compresión

Hay varios factores que pueden causar presión en el nervio del codo.

Dormir con el codo doblad

  • Cuando dobla el codo, el nervio cubital debe estirarse alrededor del reborde óseo del epicóndilo medial. Como este estiramiento puede irritar el nervio, mantener el codo doblado por períodos prolongados de tiempo o doblar repetidamente el codo puede causar síntomas dolorosos. Por ejemplo, muchas personas duermen con los codos doblados. Esto puede agravar los síntomas de la compresión del nervio cubital y ocasionar que se despierte con los dedos dormidos.

  • En algunas personas, el nervio se desliza desde atrás del epicóndilo medial cuando el codo está doblado. Con el transcurso del tiempo, este deslizamiento hacia adelante y hacia atrás puede irritar al nervio.

  • Recargarse en el codo por largos períodos de tiempo puede poner presión en el nervio.

  • La acumulación de líquido en el codo puede causar inflamación que puede comprimir el nervio.

  • Un golpe directo en la parte interna del codo puede causar dolor, una sensación de descarga eléctrica y adormecimiento de los dedos meñique y anular. A esto se le llama comúnmente "pegarse en el hueso de la risa".

Síntomas

     El síndrome del túnel cubital puede causar un dolor fuerte en la parte interna del codo. Sin embargo, la mayoría de los síntomas ocurren en la mano.

  • El adormecimiento y hormigueo del dedo meñique y el dedo anular son síntomas comunes del atrapamiento del nervio cubital. A menudo, estos síntomas vienen y van. Suceden más a menudo cuando el codo está doblado, como cuando conduce o sostiene el teléfono. Algunas personas se despiertan en la noche porque sus dedos están adormecidos.

  • La sensación de que el dedo anular y el dedo meñique "se duerman", especialmente cuando el codo está doblado. En algunos casos, puede ser más difícil mover sus dedos hacia fuera y hacia dentro, o manipular objetos.

  • Puede ocurrir debilitamiento de la sujeción y dificultad con la coordinación de los dedos (como teclear o tocar un instrumento). Estos síntomas usualmente se ven en los casos más severos de compresión de los nervios.

  • Si el nervio está muy comprimido o se ha comprimido por mucho tiempo, puede ocurrir atrofia en la mano. Una vez que esto suceda, la atrofia en el músculo ya no se puede revertir. Por este motivo, es importante ver a su médico si los síntomas son graves o si son menos graves, pero han estado presentes más de 6 semanas.

Tratamiento

     Salvo que la compresión de su nervio haya causado mucha atrofia del músculo, su médico muy probablemente le recomendará primero un tratamiento no quirúrgico.

Tratamiento no quirúrgico

Aunque los esteroides, como la cortisona, son muy eficaces, las inyecciones de esteroides generalmente no se usan porque existe el riesgo de daño al nervio.

  • Inmovilización o férula. 

  • medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno para ayudar a reducir la inflamación alrededor del nervio

  • Su médico le puede recomendar un inmovilizador acojinado o una férula para usar en la noche para mantener el codo en posición recta.

  • Ejercicios para deslizamiento del nervio. Algunos médicos piensan que los ejercicios para ayudar a que el nervio cubital se deslice por el túnel cubital en el codo y el canal de Guyón en la muñeca pueden mejorar los síntomas. Estos ejercicios también pueden ayudar a prevenir la rigidez en el brazo y la muñeca.

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